Realizada por Jorge Olguín cuando solo tenía 24 años, representa una mirada chilena al viejo mito de los vampiros, que comenzó a rodarse el 20 de Enero de 2002. Estábamos acostumbrados a ver a los émulos de Drácula en paisajes de Europa y Estados Unidos, pero de pronto, este joven realizador de la Universidad ARCIS, nos sorprende con esta película de vampiros chilenos que recorren las noches de santiaguinas.
Protagonizado por Blanca Lewin, Patricia López y Juan Pablo Ogalde, es la primera película chilena que asume un relato y la estética góticos. El hermoso diseño de vestuario , corresponde a Juana Díaz, diseñadora egresada la Universidad Vicente Pérez- Rosales con amplia experiencia en performances, teatro y cine publicitario. La Dirección de Arte es de Macarena Aguiló, que más tarde incursionaría como realizadora en el cine documental. Los efectos especiales (vuelos de vampiros y la increíble cantidad de balazos con que se mataban unos y otros) fue realizada por la productora de los Hnos. Carroza. A mi me correspondió participar en ese equipo y también tuve una pequeña participación como actor , encarnando a un cura caza-vampiros. La música es de Lucybell, las máscaras y make-up son de Sebastián Carvajal.
Filmada en una vieja casona en demolición de Av. Lyon al llegar a Providencia y en locaciones del casco antiguo de la capital , no tuvo el respaldo masivo del público que esperábamos en las salas de cine, pero fue muy bien valorada en el extranjero y en los clubes de video . Fue la carta de presentación de Jorge Olguín para conseguir financiamiento externo para sus siguientes películas. Obtuvo un premio para los efectos especiales en un festival de cine español y de la revista Fangoria (especializada en temas góticos).
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