Del mitológico universo creado por J.R.R. Tolkien al "caballero oscuro" convertido en murciélago, los vampiros de "Crepúsculo" o el regreso de "Blancanieves", el cine de 2012 "made in Hollywood" estará marcado por la fantasía y el apocalípsis (esta vez anunciado por las leyendas mayas), rubros que siguen sancando rédito a éxitos previos de taquilla.
En julio llegará a los cines la tercera entrega de las aventuras de Batman donde el héroe es interpretado por Christian Bale, tras "Batman inicia" (2005) y "El caballero de la noche" (2008).
En "El caballero de la noche: la leyenda renace", Christopher Nolan contará con una nueva protagonista: Gatúbela o Catwoman para los del Norte. Acostumbrada a papeles románticos, Anne Hathaway se embutirá en un ceñido traje de cuero e intentará superar a sus inolvidables predecesoras, Michelle Pfeiffer y Halle Berry.
Bale y Hathaway estarán acompañados por Tom Hardy como el malvado Bale y Marion Cotillard, y por los ya conocidos personajes de Michael Caine, Gary Oldman, y Morgan Freeman.
Un platal. La esperada primera parte de "El hobbit", subtitulada "Un viaje inesperado" y dirigida por Peter Jackson, se hará rogar.
Si se cumplen las promesas de su distribuidora, Warner, no llegará a las pantallas hasta el próximo 14 de diciembre. En ella se repiten muchos de los rostros de "El Señor de los Anillos", como Orlando Bloom, Cate Blanchett, Elijah Wood, Ian McKellen y Christopher Lee, pero también hay caras nuevas, como la de Kate Austen, que dará vida a la elfa Tauriel.
La película de Jackson será la más cara de la historia. Su presupuesto, después de nueve años de peleas, obstáculos administrativos, rodajes interrumpidos, cambios de rumbo en la producción, incorporaciones al equipo, abandonos hastiados, rondará los 500 millones de dólares, casi el doble de lo que costó el conjunto de los tres "Señor de los Anillos" y de los 237 millones de dólares de "Avatar".
Colmillos y compañía. Un mes antes, en noviembre, y completando la terna de criaturas tan sobrenaturales como rentables, se estrenará también la segunda parte de "Amanecer", dirigida como la anterior por Bill Condon y, por supuesto, protagonizada por Kristen Stewart, Robert Pattinson y Taylor Lautner.
No obstante, la pareja de vampiros más famosa de la década se dejará ver también en papeles radicalmente distintos.
Mientras Pattinson dará vida a Georges Duroy en "Bel Ami", inspirada en el clásico del francés Guy de Maupassant, Stewart conservará su palidez crepuscular para convertirse en la nueva Blancanieves que dirige Rupert Sanders, con Charlize Theron como madrastra.
Pero antes llegará otra Blancanieves a los cines: "The Brothers Grimm: Snow White", protagonizada por Lily Collins, la hija del cantante Phil Collins, y con Julia Roberts como mala malísima.
Un papel que en la tercera versión del año del archiconocido personaje (en estas películas no tan) infantil, esta vez del español Pablo Berger, interpretará Maribel Verdú. La cinta se plantea como un melodrama gótico ambientado en la España de los años 20, será en blanco y negro, sin diálogos y con un reparto que forman Angela Molina y Daniel Giménez Cacho, así como las jóvenes Macarena García y Sofía Oria, que darán vida a Blancanieves en distintas etapas de su vida.
Otras interpretaciones. El joven actor británico, por Pattinson, estrenará también de la mano del director David Cronemberg “Comópolis”, basada en la novela homónima del escritor estadounidense Don DeLillo.Mientras tanto, Stewart retrocederá a los años de la generación beat en “On The Road”, la esperada adaptación de la mítica novela de Jack Kerouac que ha llevado a la gran pantalla el brasileño Walter Salles. Completan el estelar reparto del filme Viggo Mortensen, Kirsten Dunst y Amy Adams, entre otros.
Además de Salles, otro referente del cine latinoamericano que ha conquistado Hollywood estrenará también en 2012.
Con Sandra Bullock y George Clooney en la piel de dos astronautas, el mexicano Alfonso Cuarón se traslada al espacio en “Gravity”, basada en un guión de su hijo Jonás. Los astros de Hollywood serán los sobrevivientes de una estación espacial alcanzada por satélites descontrolados.
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